En la música todos los sentimientos vuelven a su estado puro y el mundo no es sino música hecha realidad.
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Arthur Schopenhauer (1788-1860)

miércoles, 1 de abril de 2009

Oberturas con la fuerza Beethoveniana

Esta tarde escuchamos tres oberturas de Beethoven, primero "Fidelio", luego "Coriolano" y finalmente "Egmont"

Beethoven se estableció en Viena en 1792, para así lograr un nombre para él mismo como pianista y como compositor de marcada originalidad.

Aunque carecía de la educación de Mozart y de Gluck, Beethoven leía mucho, si, indiscriminadamente, y tuvo un interés general en el teatro cada vez más dominado por Francia.

De hecho, Beethoven escribió sólo una ópera, “Fidelio”, su último título,  el nombre asumido por la heroína Leonora que se disfraza como un joven para rescatar a su esposo Florestán de la mazmorra en la que sus enemigos políticos le han arrojado.

El libreto fue extraído de un original francés, un ejemplo de la "operación de rescate" que se había convertido en un tópico muy popular en París en el período posterior a la Revolución, y en la elección de tal tema Beethoven parece tratar de emular Cherubini, un compositor que hubiera dominado París y ganó gran popularidad en Viena.

En 1807, Beethoven escribió una obertura de la obra "Coriolano", escrita por el dramaturgo Heinrich von Collin, hermano del filósofo empleado como tutor del hijo de Napoleón, el duque de Reichstadt.

La obra de trata temas históricos que gozaban de gran popularidad en Viena, donde el patriotismo de actualidad había encontrado una respuesta.

En Coriolano trata de la historia del general romano Coriolanus, victorioso en la guerra, quien al no ganar la elección al consulado, es disuadido de atacar y destruir su propio país por los ruegos de su esposa y su madre.

El tratamiento de la misma materia de Shakespeare es, por supuesto mucho más conocido que el de Heinrich von Collin, una obra que sólo tuvo un éxito efímero.

Para la obra de Goethe "Egmont", de Beethoven escribió una obertura y música incidental, para actuaciones en Viena en mayo de 1810.

La música no estaba lista para la apertura, pero se utilizó el mes siguiente.

Una vez más el tema de la obra, la heroica rebelión del conde de Egmont (imagen a la izquierda) contra la dominación española en los Países Bajos en el siglo 16, tenía una cierta actualidad política de atracción, aunque el trabajo de Goethe había sido escrito treinta años antes.

Egmont confía ciegamente en su propio juicio, motivado por una pasión que trasciende la razón en su conflicto con un estado que hasta ahora ha servido lealmente.

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