Siete Canciones populares Españolas
Las siete canciones populares españolas, escritas para canto y piano en 1914, en los últimos meses de la estancia de Manuel de Falla (1876-1946) en París y luego del anhelado estreno triunfal de “La vida breve” en la Ópera Cómica, constituyen una de las obras más conocidas de Falla y su máximo punto de acercamiento a la realidad del folklore español, al menos en la parte del canto.
Fueron publicadas en 1922, y conocieron pronto muchas adaptaciones: violín-piano y violonchelo-piano en vida del compositor y luego otras muchas.
Existen dos orquestaciones, la de Luciano Berio y la de Ernesto Halffter, el discípulo directo de Manuel de Falla, encargado de terminar la obra “Atlántida”, de quien se sabe que trabajó el proyecto con el autor.
Buen conocedor del estilo de su maestro, su versión parece más “creíble” que la del italiano.
Noches en los Jardines de España
Mientras vivía en París de 1907 a 1914, Manuel de Falla dio inicio a una serie de nocturnos para piano solo.
Otros músicos españoles que también residían en París, Isaac Albéniz y el pianista Ricardo Viñes, le alentaron para que ampliara la obra.
Cuando Falla analizó esta sugerencia, la pieza se convirtió en una obra en la que el piano es una parte integrante, aunque diferenciada de una gran orquesta.
Al volver a su tierra natal, Manuel de Falla se instaló en un pueblo costero.
Allí compuso en un antiguo piano en la villa del pintor catalán Santiago Rusiñol.
Rusiñol había pintado alrededor de 30 cuadros describiendo los jardines de España y algunos expertos en Falla creen que la inspiración que subyace en “Noches en los Jardines de España” provino de una exposición de estos cuadros a la que el compositor asistió.
Según en palabras del propio compositor respecto de “Noches en los Jardines de España”:
Si estas "impresiones sinfónicas" han logrado su objeto, la mera enumeración de sus títulos debe constituir una guía suficiente para el oyente(…)El fin para el cual fue escrito no es otro que evocar lugares, sensaciones y sentimientos.
De carácter más expresivo que descritivo, con evocaciones en sonido, melancolía y misterio, Noches en los Jardines de España es, sin duda alguna la obra más impresionista de Manuel de Falla.
Es más fácil explicar aquello que el impresionismo no es, que aquello que es.
El término que ha sido tomado de las artes visuales, se refiere al intento de los compositores de retratar los sentimientos e impresiones asociados con lugares, escenas, acontecimientos o gente.
Está lejos de ser una pintura tonal literal como sucede con el balido de la oveja en el Don Quijote de Richard Strauss, o las bandas de bronces contrapuestas en El cuatro de Julio de Charles Ives.
Sin embargo, el impresionismo está igualmente alejado de la música absoluta, como por ejemplo, las sinfonías de Brahms, que proclama no referirse a nada más que a sí misma.
La música impresionista está referida a algo específico pero intangible, a algo elusivo y abstracto, a los sentimientos humanos.
Cada uno de los tres movimientos de la obra se refiere a un jardín diferente, el lugar del tercer movimiento es “En los Jardines de las Montañas de Córdoba”.
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