Un aria es una pieza musical para ser cantada por una voz solista, habitualmente con acompañamiento orquestal y como parte de una ópera.
Antiguamente, eran melodías expresivas aunque no siempre, ejecutadas por un cantante.
En todo caso, es una composición teatral o musical que tiene su origen en el Renacimiento compuesta para ser ejecutada por un solo intérprete.
La palabra significa aire en italiano; su plural en español es arias.
Durante el siglo XVII, en la época de la ópera barroca, el aria se escribía en forma ternaria (A-B-A), al cual se le conocía como aria da capo (aria desde el principio) debido a la repetición de la primera parte al final del aria.
El aria luego "invadió" el repertorio operístico con sus tantas variantes (Aria cantabile, Aria agitata, Aria di bravura, entre otras).
A mediados del siglo XIX, las óperas se convirtieron en una secuencia de Arias, reduciendo el espacio disponible para los recitativos.
Esta tarde pudimos apreciar Arias de las óperas "Cossi fan tutte" de W.A. Mozart, "El Barbero de Sevilla" de G. Rossini, "Rigoletto", "La Traviata", "Il Trovatore" de G. Verdi y finalmente de "Manon" de J. Massenet.
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