Antes de hablarles de Leopoldo Stokowski quería explicarles de que se trata una transcripción.
En cuanto a la música, transcripción hace referencia al cambio en la notación musical de un medio a otro sin modificar el "fondo" de la obra.
También se entiende por transcripción como la transferencia de una pieza de música medieval, renacentista, a la notación moderna.
Transcripción también recibe el nombre coloquial de "arreglo", debido a que implica un cambio de medio (de piano a orquesta), pero este ajuste implica el cambio de la sustancia de la obra.
Las transcripciones que Stokowski realizó a las obras de Bach fueron precisamente un cambio de medio, para una orquesta.
Ahora hablando de Leopold Stokowski, este director de orquesta nació en Londres en 1882 y es considerado unánimemente entre los mejores del siglo XX.
Genial, controvertido, único e inimitable, Stokowski fue uno de los grandes revolucionarios del arte de la dirección de orquesta del siglo XX.
Experimentado anunciador de las obras de la vanguardia europea y americana y entusiasta partidario de los medios de grabación y reproducción sonoros, sus interpretaciones se caracterizaban por sus libertades respecto a las indicaciones de tempo, dinámica o ritmo, permitiéndose incluso retocar la orquestación si ésta no le satisfacía.
Comenzó a estudiar música en el Royal College of Music, en Londres, y en el Queen's College, en Oxford.
Fue organista antes de dedicarse a la dirección de orquestas.
Comenzó su carrera como director musical en la Orquesta Sinfónica de Cincinnati en 1909, a la temprana edad de 27 años.
En ella permaneció hasta 1912. Luego de éste periodo, pasó a la Orquesta de Filadelfia, que dirigió hasta 1936, y la transformó hasta convertirla en una de las mejores del mundo.
A partir de 1929 comenzó a dirigir sin batuta. En 1972 volvió a su Londres natal, donde siguió dirigiendo principalmente la Orquesta Sinfónica de Londres, hasta su muerte a los 95 años de edad.
Leopoldo Stokowski provocó una controversia, que todavía dura, con sus transcripciones de la obra de Bach, a las que transformaba en ostentosas sinfonías, actitud que algunos consideran un sacrilegio.
Tampoco tenía reparos en hacer arreglos de grandes maestros como Beethoven o Tchaikovsky, en caso de que lo considerara necesario.
A los largo de una trayectoria de sesenta años grabó más de 700 piezas musicales.
El enorme interés de Stokowski por los avances tecnológicos hizo que sus registros se realizaran siempre con las mejores tecnologías de grabación.
Entre sus grabaciones más conocida está la música para la película Fantasía de Disney, que era un primitivo experimento de la utilización del sonido estéreo, aunque no fue el primero que hizo Stokowski.
Estrenó más de 2.000 obras de compositores del siglo XX y además introdujo en su repertorio habitual obras contemporáneas que marcaron profundamente la vida musical de Estados Unidos.
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