Balákirev recibió sus primeras lecciones pianísticas por parte su madre, y prosiguió sus estudios con Dubuque y con Karl Eisrich, este último autor de una biografía de Mozart, quién dirigía la orquesta privada de Alexandr Ulíbishev (un acaudalado terrateniente).
Balákirev, como asistente de Eisrich, obtuvo una educación musical privilegiada.
A los dieciocho años, después de cursar matemáticas en la Universidad de Kazán, se fue a San Petersburgo, y allí conoció a Mikhail Glinka (de quien, como recordarán, ayer escuchamos canciones).
Glinka influyó fuertemente sobre la vocación de Balákirev, convenciéndolo a que se dedicara exclusivamente a la música, que en ese momento repartía su tiempo entre el estudio de ingeniería y la música.
En 1856 Balákirev hizo su primera presentación pública como pianista, interpretando un concierto de su autoría.
Con esto empezó un ciclo de presentaciones y composiciones durante los años siguientes.
Al principio de la década de 1860 Balákirev motivado por su pasión con el folclore ruso y la influencia de Glinka, empezó a trabajar junto con otros artistas, en la creación de un movimiento de musical propiamente ruso, que se diferenciara de los movimientos europeos occidentales.
En 1861 empieza una gran labor pedagógica teniendo como alumnos a Rimsky-Korsakov, Mussorgsky y Borodin.
En 1863 comienza a dirigir en la recién inaugurada Escuela Libre de Música en San Petersburgo y esto le permitió dar a conocer tanto sus obras como las de sus alumnos.
Balákirev entonces lidera un grupo de compositores como Músorgsky, Rimsky-Kórsakov, Borodín y Cui que pasarían más tarde a la historia como el Grupo de los Cinco.
En 1867 fue nombrado director de la Sociedad de Música Rusa.
En 1868 es nombrado director de la Escuela Libre, cargo que abandona en 1874.
Después de casi una década de inactividad musical, Balákirev en 1883 fue nombrado director de la capilla imperial, cargo que ocupó durante casi veinte años.
Los últimos años de su vida los pasó revisando y completando sus obras inconclusas.
A la edad de 73 años murió en San Petersburgo, el 29 de mayo de 1910, debido a problemas pulmonares con complicaciones coronarias.
El trabajo musical de Mili Balakirev estuvo focalizado principalmente en una colección de canciones folclóricas rusas.
También compuso dos sinfonías, la primera Sinfonía 1 en Do menor, que terminó de componer en 1879 y la segunda Sinfonía 2 en Re menor compuesta en 1909.
Pero sus obras más conocidas fueron los poemas sinfónicos, de las cuales podemos citar a Tamara, Rusia y En Bohemia.
Importantes también son la suite para orquesta Chopin - Suite, así como también su fantasía para piano Islamey: fantasía oriental, siendo esta última una de sus obras más conocidas.
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