Catedral de la ciudad de México
HERNANDO FRANCO (1532-1535)
Hernando Franco fue el primer gran compositor conocido en toda la historia de la música mexicana, de origen español nació en 1532, en Galizuela, en la Región de Extremadura.
Fue cantor en la Catedral de Segovia, estudió música con Gerónimo Espinar y Bartolomé Olaso. Como muchos de los músicos de su época, Franco no se confinó a su lugar de origen, sino que buscando mejores horizontes llegó a “La Nueva España” cuando tenía 22 años, en el séquito de Fray Alonso de Montúfar quien había sido nombrado arzobispo de México.
Al llegar a la “Nueva España”, fue primero maestro de capilla en la Catedral de la Antigua en Guatemala.
El 20 de Mayo de 1575 fue designado maestro de capilla de la catedral de México, cargo que ocupó hasta su muerte en 1585.
De Hernando Franco se conservan cerca de cincuenta obras: motetes, himnos, salmos, misas, salves y magnificats en los archivos de las catedrales de México, Puebla, Guatemala y en las colecciones del Museo Nacional del Virreinato de Tepotzolán, Estado de México y también en el New Berry Library de Chicago, Illinois, Estados Unidos.
El Magnificat de V tono pertenece al bellísimo códice Franco conservado ahora en el Museo Nacional del Virreinato.
El motete Regina Coeli se encuentra en un libro de coro del archivo de la Catedral de México descubierto a fines de 1990; en esta obra se nota la influencia de los compositores de la escuela franco-flamenca por el hábil manejo del contrapunto y el encanto de sus líneas melódicas.
Manuel de Sumaya es el único compositor mexicano de la época virreinal cuyo nombre nunca fue olvidado totalmente.
Pero por la acción del tiempo y los gustos cambiantes de la época, su música si lo fue.
El conocimiento cada vez más amplio de su arte se debe al trabajo apasionado de rescate y difusión de sus obras llevado a cabo por musicólogos como Robert Stevenson, José de Jesús Estrada y Aurelio Tello entre otros.
MANUEL DE SUMAYA (1676-1755)
Manuel de Sumaya nació en la ciudad capital del Virreinato de la Nueva España en 1676.
Fue cantor en el Coro Infantil de la Catedral de México.
En 1739 dejó el cargo de organista de la catedral y se fue a residir en la ciudad de Oaxaca invitado por su amigo Tomás Montaño, quien había sido nombrado obispo de la ciudad de México.
Allí prosiguió su actividad artística como maestro de capilla y compositor hasta su muerte en 1755.
Se conserva una buena cantidad de obras suyas en los archivos de las catedrales de México, Puebla y Oaxaca, en Guatemala y otras ciudades de América del Sur, así como en el archivo musical del museo Nacional del Virreinato de Tepotzotlán, Estado de México.
Motetes, Salmos, Lamentaciones, Himnos, Magnificats, cantatas, misas y villancicos se encuentran entre su producción.
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