Esta tarde escuchamos la sinfonía italiana de Félix Mendelssohn Bartholdy (1809-1847) una obra llena de originalidad y sutileza.
Puede considerarse una auténtica joya de la literatura sinfónica del siglo XIX.
La Italia que evoca el compositor en esta obra, es un país tal y como lo ve un turista. Salvo por su último movimiento, que es una danza folclórica, llamada Saltarello.
A pesar de que se ajusta a los procedimientos formales que son propios del espíritu clásico, su sonido, con una orquestación brillante, sus melodias encantadoras, conforman algo totalmente romántico.
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