Domenico Scarlatti (1685-1757) nació el mismo año que los compositores Georg Friedrich Händel y Johann Sebastian Bach.
Está ubicado quizá en una posición intermedia entre el gran estilo contrapuntístico barroco y el espíritu más sencillo y ligero del posterior período galante, del que sería precursor, sobre todo por sus más de quinientas sonatas para clave.
Sus primeros pasos junto a la música, los dió junto a su padre Alessandro Scarlatti (1660-1725) .
A la edad de 39 años partió para Lisboa, como maestro de clave, al servicio de la Infanta María Bárbara de Braganza.
La grandeza de las sonatas para clave de Scarlatti reside en la riqueza de sus motivos musicales, y en todas las figuras de su discurso musical.
Sorprende su invención rítmica y melódica además de la habilidad casi intrigante en la utilización de todas las capacidades del clavicémbalo.
Aparentemente la ejecución de sus piezas parece fácil, pero nada más lejano a la realidad, sus pentagramas esconden terribles dificultades para el músico ejecutante.
Esta tarde pudimos apreciar las sonatas 370, 371, 398, 399, 406 y 407 de Domenico Scarlatti, en la interpretación del clavecinista Colin Tilney.
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